20/3/11



Y por la mañana abres lo ojos, por un momento atontado por una mente recién despierta. Luego sin quererlo, comienzan a aparecer los recuerdos de la noche anterior, uno a uno, sin parar, como el tráiler de una película... Es así como de un momento a otro has vuelto a la realidad. Quién pudiera dormirse de nuevo, y no despertar hasta que el dolor haya pasado, quién pudiera perdonar como si tal cosa, simplemente por el hecho de que sabes que de esa forma serías más feliz. Pero no es así, por tu cara comienzan a resbalar lágrimas calientes pero al mismo tiempo frígidas, y no puedes parar, y te duele la boca del estómago, y te da tanta rabia que podrías estar pegando puñetazos hasta destrozarte los nudillos...  

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